"TOMA DE LAS
FLECHERAS".
El día 06 de febrero de 1818 las
orillas del rio Apure fueron escenarios de una acción bélica sin procedente
hasta el día de hoy, única en la historia militar de la humanidad.
El ejército libertador se vio
detenido en el Paso del Diamante, en el rio Apure (este paso se encuentra en
los que hoy es la vía a Arichuna, y para mejor referencia, era desde este punto
donde María Nieves, el ´cabrestero´ mayor de Apure, se lanzaba con el ganado
para cruzar al otro lado y arrear el ganado al centro del país). El Ejército
Libertador se hallaba en la orilla sur del río Apure con 4000 hombres,
esperando la llegada de la escuadrilla que navegaba por el Orinoco para cruzar
el río y atacar a Morillo en Calabozo. Al llegar a este punto, una flotilla de
flecheras (canoas alargadas) les cierra el paso. Bolívar se da cuenta que sus
fuerzas eran muy inferiores a las españolas, que además contaban con artillería
abordo de las embarcaciones, se veía obligado a realizar un rodeo extenso y
esto a su vez le consumiría un tiempo precioso, pero no podía lanzarse a un
encuentro directo porque eran una muerte segura.
José Antonio Páez analiza la
situación. El conoce las riberas y las aguas del rio apure, pero sobre todo
conoce a sus hombres, los esforzados y valerosos llaneros. Conferencia con los
tenientes coroneles José de la Cruz Paredes y Francisco Aramendi y una vez
trazado el plan le comunican a Bolívar que van a ir a tomar las flecheras. El
libertador sorprendido no encuentra lógica en la operación, pero al final al
ver la determinación en sus rostros, deposita su confianza en el astuto
llanero.
Páez llama a 50 voluntarios. 100
levantan las manos. Todos quieren ir, nadie tiene miedo, pero solo cincuenta podrán
mostrar su valor. Páez reúne a los voluntarios y les explica el plan que
consiste en lanzarse al agua con sus caballos, cubriéndose con el costado de
ellos, de manera que los tripulantes de las flecheras no los vieran y pensaran
que simplemente era un arreo de caballos salvajes cruzando el rio. La acción se
deberá ejecutar 200 metros rio arriba, desde la ribera opuesta, el fin es
asaltar las flecheras a caballo.
José Antonio Páez no era ningún
bolsa ni mucho menos, así que para evitar a los voraces caribes y caimanes que
pudieran estar en esas aguas, ordena a tres carajitos que sacrifiquen dos reses
unos cien metros río arriba, a una señal de Páez, este se arroja al agua
seguido de sus dos teniente coroneles y del resto de los llaneros, colgado de
las crines de los caballos, que han sido despojados de todo sus arreos, sillas
y demás, ellos con una mano agarraban las lanzas, con la otra se sujetaban a
las bestias y entre sus dientes machetes y puñales.
Los españoles dormitan confiados
en sus seguras y artilladas flecheras y los que están de guardia miran quienes
contemplan fascinados en la orilla contraria la escena de “caballos salvajes
cruzando el rio”. Los patriotas luchan contra las bravas corrientes, apenas sacando
la cabeza del agua, ya los caballos pisan firmes en el suelo arenoso y el grito
vibrante de Páez ordenando a la carga, los llaneros montan y sus bestias saltan
sobre las bajas bordas de las flecheras, los realistas nada pueden hacer, y a
golpe de machete y lanza la “caballería acuática” patriota tomas las
embarcaciones, se ha consumado una acción sin precedentes en la guerra de
nuestra independencia nunca emulada por ningún ejercito del mundo....el ejército
libertador cruzó el Apure a bordo de las flecheras ganadas por las caballerías....
habían nacido las operaciones anfibias en el teatro de la guerra....
Recopilación de José Felipe Luna
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