12 de
Octubre de 1492: Llegada de Cristóbal Colón a América
Cristóbal Colón,
en representación de los Reyes Católicos de Castilla y Aragón, realizó cuatro
famosos viajes desde Europa a América en 1492, 1493, 1498 y 1502.
En el primero de
ellos llegó a América el 12 de octubre de 1492, a una isla de las Bahamas llamada
Guanahani, cuya exacta localización aún se discute.
El viaje de
Cristóbal Colón no resultó fácil para nadie, de hecho hubo conatos de
amotinamiento, pero gracias a la presencia y las dotes de mando de Martín
Alonso Pinzón se consiguieron resolver estas situaciones. Cuando ya se habían
agotado todos los cálculos y previsiones realizadas por Colón, se oyó desde La
Pinta el famoso grito de Rodrigo de Triana «¡Tierra a la vista!», dos horas
después de la medianoche del 12 de octubre.
La isla estaba
habitada por el pueblo lucayo o taíno. Esta fue la primera oportunidad en la
que los europeos utilizaron el término «indios» para denominar
generalizadamente a los pobladores de América, palabra que deriva del error que
cometieron al pensar que la isla Guanahaní se encontraba en la zona oriental
del continente asiático, que los europeos de entonces confundían con India.
En el diario de
a bordo, Colón dejó escrita su primera impresión sobre los nativos que
hallaron:
Ellos no traen armas ni las
conocen, porque les mostré espadas y las tomaban por el filo y se cortaban con
ignorancia. No tienen algún hierro: sus azagayas son unas varas sin hierro, y
algunas de ellas tienen al cabo un diente de pez, y otras de otras cosas. Más me pareció que era gente muy pobre de
todo. Ellos andan todos desnudos como su madre los parió, y también las
mujeres, aunque no vi más de una harto moza. Y todos los que yo vi eran todos
mancebos, que ninguno vi de edad de más de treinta años: muy bien hechos, de
muy hermosos cuerpos y muy buenas caras: los cabellos gruesos casi como sedas
de cola de caballo, y cortos: los cabellos traen por encima de las cejas, salvo
unos pocos detrás que traen largos, que jamás cortan. De ellos se pintan de
prieto, y ellos son de la color de los canarios ni negros ni blancos, y de
ellos se pintan de blanco, y de ellos de colorado, y de ellos de lo que hallan,
y de ellos se pintan las caras, y de ellos todo el cuerpo, y de ellos solos los
ojos, y de ellos solo el nariz.
Los taínos habían organizado una sociedad
agraria, relativamente avanzada, basada en el cultivo del maíz, la mandioca y
el algodón, incluyendo otros importantes cultivos como el maní (cacahuete), la
pimienta, la piña, la batata y el tabaco. El propio Colón relató en su diario
que cultivaban calabazas y algodón y que poseían casas y «huertas de árboles».
Taínos y
españoles intercambiaron productos pacíficamente, pero aquellos no tenían
posesiones de oro, principal producto que buscaban los españoles.