sábado, 12 de septiembre de 2015

CRÓNICAS DEL FIN DE SEMANA


CRÓNICAS DEL FIN DE SEMANA


Por Rafael Hernández

INOCENTE…..PERO CULPABLE

7:23 minutos de la noche en el pueblito de San Onofre, el teléfono de Rosalba G. Suena insistentemente, esta baja el volumen de su televisor y ve en la pantalla que se trata de su hermano menor; Bryan G.  jr quien trabaja como Guardia Nacional en Palmira; una “movida” ciudad turística de un pequeño país de Centroamérica.

Apenas oir que su hermana contesta la llamada, Bryan G.  jr comienza a hablar sin siquiera dar un saludo de buenas noches: “creo que estoy en problemas, aunque te aseguro que yo nunca disparé; una comisión donde andaba disparó contra un carro, nos confundimos y murieron tres personas inocentes; no puedo hablar más estoy en el lugar del tiroteo, no le digas nada todavía a los viejos, mantente en contacto con Andrea (su esposa) porque debo estar detenido unos días; adiós….”; totalmente sorprendida y casi sin poder articular palabra Rosalba se queda analizando e imaginando la situación por la que está pasando su hermano. Inmediatamente marca el número de su cuñada y oye la voz nerviosa de esta a través del hilo telefónico, pero Andrea sabe tanto como ella, solo le dijo que se estaba vistiendo para ir al comando a ver qué información podía obtener y que después le avisaba.

Seis meses antes, fue el acto de graduación de Bryan G.  jr, fue uno de los mejores alumnos con la segunda mejor calificación de su promoción, pasados todos estos actos fue enviado a Palmira, donde lleno de ilusiones y acompañado de su joven esposa se marchó a ejercer el oficio con el que había soñado toda su vida, despidiéndose de sus padres, hermanos, sobrinos y amigos.

Esa tarde había llegado, cómo era costumbre en él, media hora antes a su comando para recibir las órdenes de sus superiores inmediatos; a las cinco recibió su guardia y es allí cuando junto a catorce de sus compañeros recibieron instrucciones de salir inmediatamente en persecución de cuatro peligrosos delincuentes que se habían fugado del penal de la ciudad, a Bryan G.  jr le habían asignado la conducción de una motocicleta de la guardia nacional; la patrulla instruida para la persecución estaba compuesta por tres motorizados con sus respectivos compañeros, los nueve restantes viajaban en autopatrullas.

De pronto avistan un automóvil con todas las características descritas como en el que habían huido los evadidos, comienza la persecución, el automóvil deja la autopista y enfila a toda velocidad hacia una de las mejores urbanizaciones de la ciudad, al llegar allí entra en un estacionamiento que previamente tenía abierta la reja de entrada; los militares dan la voz de salida del automóvil a sus ocupantes, estos no obedecen y de pronto salen en retroceso nuevamente a toda velocidad; el teniente a cargo de la patrulla da la voz de fuego a sus subordinados y múltiples disparos salen de cada una de las armas que apuntaban el carro.

Luego un silencio sepulcral hasta que de repente, la portezuela del copiloto se abre y la mitad del cuerpo de una señora de unos sesenta y cinco años cae al pavimento….todos los guardias se acercan, terminan de abrir las puestas y consiguen muerto al conductor, un señor de unos setenta años y en la parte trasera un muchacho de aproximadamente veintitrés años quien posteriormente se descubrió era nieto del matrimonio acribillado.

Esa misma noche y al día siguiente los medios de comunicación y redes sociales llevaron la noticia a todo el país; Bryan G.  jr aseguró y sigue asegurando después de siete años preso, que él nunca llegó a accionar su arma de fuego, cosa que, según su abogado se pudo constatar en las pruebas de balística realizadas, el aspecto político se hizo presente y todos acusaron al gobierno de “asesino de familias inocentes”….esto hizo que “se diera la orden” desde el alto nivel, de que todos fueran castigados con la pena máxima……


Nadie sabe porque los pasajeros del automóvil nunca obedecieron la orden de salir con las manos en alto del automóvil….. Bryan G.  jr un joven de apenas veintiún años de edad y considerado por muchos como inocente, también fue condenado a treinta años de cárcel….. pese a que todo indica que es inocente, también fue sentenciado como culpable…..


Integración de las Provincias


Integración de las Provincias


El 8 de setiembre de 1777 el rey Carlos III separa las provincias de Cumaná, Guayana y Maracaibo e islas de Trinidad y Margarita, del Virreinato y Capitanía General del Nuevo Reino de Granada, y las agrega en lo gubernativo y militar a la Capitanía General de Venezuela. Además, Maracaibo y Guayana se separan en lo jurídico de la Audiencia de Santa Fe y pasan junto con todas las demás provincias a depender de Santo Domingo. De este modo el territorio quedó unificado en tomo a un mismo Gobernador y Capitán General, un mismo Intendente y una misma Audiencia. Así, el Gobernador de Caracas mandaba en lo político en su sola provincia pero en lo militar tenía en su puño a todas las demás. El Rey Juan Carlos I vino a Venezuela en 1977, para celebrar todo el proceso de integración del territorio venezolano, al cumplirse el Bicentenario de esta fecha. En la segunda mitad del siglo XVIII, el territorio de Venezuela estaba organizado políticamente en seis provincias, a saber: Margarita, Trinidad y Cumaná en el Oriente, Caracas en el Centro; Guayana en el Sur, y Maracaibo en el Occidente. Al frente de cada una de estas provincias había un funcionario con el título de Gobernador y Capitán General, nombrado directamente por el Rey. Cada provincia llevaba una existencia aparte de las demás. Políticamente dependían de distintas autoridades coloniales: unas de la Audiencia de Santo Domingo y otras del Virreinato de la Nueva Granada. El 8 de septiembre de 1777, el Rey Carlos III dispuso que las seis provincias quedaran bajo la autoridad del Gobernador y Capitán General de la Provincia de Caracas. Como consecuencia de esta medida se unificó el territorio de las seis provincias desde el punto de vista político y administrativo. Las provincias, que hasta entonces habían sido independientes entre sí, quedaron unidas y sujetas a la autoridad del Capitán General, residenciado en Caracas. A partir de la creación de la Capitanía General, la dependencia política de las provincias quedó modificada y centralizada

viernes, 4 de septiembre de 2015


ALBERTO ARVELO TORREALBA 

     Nació el 4 de septiembre de 1905 en Barinas y murió el 28 de marzo de 1971 en Caracas. Poeta, abogado, educador y ensayista. Estudió primaria en su ciudad natal y secundaria en Caracas, graduándose de bachiller en 1927. En la Universidad Central de Venezuela obtuvo el grado de doctor en Ciencias Políticas (1935). 

    Ejerció la docencia en varios liceos de Caracas y Barquisimeto y desempeñó altos cargos públicos, entre ellos: Presidente del Consejo Técnico de Educación en 1940, gobernador del Estado Barinas entre 1941 y 1944, Consejero de la Embajada de Francia, Embajador Extraordinario de Venezuela en Bolivia (1952), Embajador en Italia, Ministro de Agricultura y Cría (1953). 

      Desde 1955 se dedicó al ejercicio de su profesión de abogado y en 1968 fue elegido Individuo de Número de la Academia de la Lengua. Durante el bienio 1964-1965 se le concede el Premio Nacional de Literatura. 

    Juan Liscano ha señalado que Arvelo Torrealba…“Compuso su obra apoyado en formas populares cantos, décimas, corridos con imágenes y metáforas elaboradas mediante elementos geográficos y zoológicos de la llanura”. En 1940 publica su obra más famosa, el poema Florentino y el diablo. De este poema hace dos versiones más, en 1950 y 1957. En esta obra, el llanero Florentino se bate a duelo de canto con el diablo. La obra es considerada como folclor del pueblo venezolano y ha sido adaptada al cine, teatro y televisión.




miércoles, 2 de septiembre de 2015

CRÓNICAS DEL FIN DE SEMANA Por Rafael Hernández NADIE VIÓ, NADIE LLORÓ…

CRÓNICAS DEL FIN DE SEMANA


Por Rafael Hernández
NADIE VIÓ, NADIE LLORÓ…

De todas las bombillas colocadas, solo cuatro medio iluminaban la empinada y estrecha calle; más abajo en la escalera de peatones dos muchachos conversaban amigablemente, a la mitad de la vía tres personas sentadas en muebles de mimbre jugaban una partida de cartas, mientras que más arriba con una silla colocada debajo del marco de la puerta de su rancho, con las dos patas traseras dentro y las dos delanteras en la acera; Luís P. o mejor dicho “El Lucho” como todos lo conocían, dejaba escapar bocanadas de humo de un cigarrillo a la mitad y de vez en cuando un trago directo de la botella de aguardiente con la que hacía diez minutos acababa de llegar…es el distribuidor de sustancias tóxicas en el barrio, el malandrín, el “jefe” de la zona….

Aparte de una que otra discusión de los jugadores de carta y la música no tan elevada de un pequeño radio receptor dentro de la casa donde se realizaba la partida de ajiley; todo era silencio y paz en el sector; sin embargo el lucho fumaba y bebía con cierto nerviosismo, de vez en cuando adelantaba el torso y miraba hacia abajo, hacia el comienzo de la calle….

De repente el Lucho se pone de pie, rueda la silla al interior de su vivienda y cierra apresuradamente la puerta…dos potentes faros y un automóvil negro al que no se le alza a ver placa ni marca, pasa lentamente ante la mirada atenta de las pocas personas que permanecen en la calle….casi que se detiene frente al rancho del lucho…..dentro del murmullo de los jugadores se alcanzó a oír de boca de uno de ellos que era la tercera vez en la noche que el auto pasaba….poco a poco el auto se fue perdiendo hasta cruzar a la derecha dos cuadras más arriba….

De repente, el silencio de la media noche es interrumpido por una ráfaga de disparos y seguidamente por el rechinar de cauchos de un automóvil que se aleja a toda velocidad; los vecinos salen precipitadamente de sus casas, se acercan y todos alcanzan a ver las dos piernas del Lucho que sobresalen en la acera y uno de sus sucios y viejos zapatos tipo tenis un poco más adelante…..Al poco tiempo el ulular de sirenas indicaba que las autoridades se acercaban al sector; la mayoría de las personas volvieron a sus hogares, algunos borrachitos y trasnochadores que pasaban por el lugar, ni atinaron a dar el nombre de la indocumentada victima…Murió El Lucho y nadie vio nada, nadie lloró.